(OPINIÓN) FIBA y NBA deben revisar sus protocolos tras el «caso Ginobili».

Los seguidores de NacionLakers que viven en Argentina saben perfectamente lo que les hablo. Hace 2 días, los San Antonio Spurs notificaron a Manu Ginobili que no lo autorizarían a jugar en próximo Mundial FIBA, alegando tiempo de recuperación por una fractura de stress en su pierna derecha, que fue descubierta luego de las finales de la NBA.

Este no es el momento de discutir la gravedad de la lesión de Ginobili o no (todos los resultados no son concluyentes). Lo que debemos preguntarnos es si legítimamente, un equipo puede vetar a un jugador de participar en un campeonato con su selección nacional. Acá es clave compararse con otros deportes. Piensen en el reciente mundial de fútbol. Ningún equipo de fútbol tuvo el poder para borrar a un jugador del campeonato. Quizás el caso más potente lo dio Arturo Vidal por Chile, quien apuró los plazos de recuperación, aún contra la voluntad de su club Juventus, para estar presente en el Mundial. Los casos abundan. Diego Costa arriesgó para estar con España y el Atlético Madrid no puede reclamar nada; Agüero se perdió todo el final del campeonato con el City, pero estuvo presente en la copa del mundo, reagravando su lesión; etc.

Hay varios aspectos complicados en la medida de los Spurs. Primero, un equipo de la liga norteamericana puede darse el lujo de descartar al mejor jugador de uno de los potenciales rivales. Esto por sí mismo es inaudito. Es decir, la FIBA legitima el derecho de las grandes ligas eliminar la competencia mínima en el campeonato mundial. ¿Qué pasaría si los Pacers deciden no facilitar a Scola, por una lesión no concluyente, o el Thunder a Ibaka por la lesión que sufrió en las finales del Oeste? Segundo, privilegian a las grandes selecciones. Todos los jugadores deben pagar un seguro en caso de lesiones, lo que sin dudas es más gravoso para Argentina que lo que termina siendo para EE.UU. Finalmente, no se toma en consideración la voluntad del jugador, que es la que debe primar. Existe entre ellos una relación de trabajo clara, y Ginobili no ha faltado a ninguna de sus obligaciones. Legítimo es entonces, jugar por Argentina sea su derecho.